El Sol atraviesa una fase de máxima actividad que podría tener efectos adversos en las telecomunicaciones, el transporte aéreo y el suministro eléctrico, según advirtió el doctor Marcelo López Fuentes, investigador del CONICET y la UBA.
La alerta surge a partir de tormentas geomagnéticas provocadas por eyecciones de masa coronal (EMC), eventos en los que el Sol expulsa grandes cantidades de plasma que pueden impactar el campo magnético de la Tierra, generando perturbaciones en sistemas tecnológicos sensibles.
¿Qué está ocurriendo?
El fenómeno se enmarca dentro del Ciclo Solar 25, iniciado en 2020 y con máxima actividad prevista para estos años. Según explicó López Fuentes, investigador del Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE), actualmente “estamos atravesando el máximo del ciclo solar”, etapa caracterizada por un aumento de manchas solares y eventos como fulguraciones y tormentas solares.
“Las tormentas geomagnéticas afectan la estabilidad de la ionósfera y pueden interrumpir la propagación de ondas de radio, alterando desde los sistemas GPS hasta los satélites de comunicación”, detalló.
Uno de los indicadores clave es el índice Kp, que mide la fluctuación del campo magnético terrestre. Valores entre 5 y 9 indican desde perturbaciones leves hasta tormentas severas con potencial de impacto extremo sobre redes eléctricas, telecomunicaciones y dispositivos como drones, que dependen del GPS para navegar.

Riesgos para sistemas eléctricos y satelitales
López Fuentes recordó que tormentas geomagnéticas intensas pueden inducir corrientes de alta energía en estructuras metálicas como tendidos eléctricos, provocando daños en transformadores y apagones masivos, como ocurrió en Canadá en 1989.
Consultado sobre el contexto energético del hemisferio sur, donde se aproxima el verano, advirtió:
“Una tormenta solar intensa podría agravar los cortes de energía que suelen darse en épocas de sobrecarga del sistema”.
Aunque en 2019 se discutieron protocolos ante tormentas solares tras un apagón masivo en Argentina y Uruguay, se desconoce si se avanzó en medidas concretas de prevención.
¿Auroras en Argentina? Poco probable
El investigador también se refirió a la posibilidad de ver auroras australes en el norte argentino, un fenómeno que suele asociarse con estas tormentas solares. Sin embargo, explicó que sería muy poco probable, ya que este tipo de auroras solo se ven en latitudes más cercanas al polo sur magnético, ubicado más cerca de Australia que de Argentina.
“Para que una aurora se vea en el norte del país tendría que tratarse de un evento extremadamente fuerte, como el histórico Evento Carrington de 1859, el más intenso registrado hasta la fecha”, aclaró.
