“Pido mil perdones a la familia”, dijo el acusado. Sucedió en la ciudad de Córdoba y la víctima se llamaba Trinidad. Fue atacada el domingo por la tarde y falleció esta madrugada. Un vecino acuchilló a los perros.
“Cuando la soltaban, nos encaraban a nosotros, nos alejábamos y volvían a atacar a la nena”. El relato de la vecina que presenció el ataque a Trinidad provoca escalofrío. La adolescente de 15 años falleció esta madrugada a raíz de las heridas provocadas por dos perros raza dogo argentino que se escaparon de una casa y la atacaron en la ciudad de Córdoba. El dueño de los animales, que fueron sacrificados a cuchillazos por un vecino, fue imputado por el delito de “homicidio culposo y lesiones culposas”.
Desde el Ministerio Público Fiscal (MPF) de Córdoba se informó de la imputación en su contra.
Fuentes policiales y judiciales que todo ocurrió el domingo por la tarde en el barrio Estación Flores, en la zona Sur de la ciudad de Córdoba, cuando la adolescente salió a pasear y fue abordada en la vía pública por los animales en la calle Bucarest al 4.800, tras lo cual fue derivada en grave estado e inconsciente al Hospital de Urgencias Municipal.
Producto del ataque, la chica sufrió graves heridas en la cabeza, con traumatismos de cráneo y cervical, por lo que fue intervenida quirúrgicamente, pero no sobrevivió: falleció poco antes de las 4 de este lunes a causa de un paro cardio respiratorio.
Según fuentes allegadas a la investigación, los dos animales se escaparon de la vivienda donde vivían y atacaron a la víctima, además de lesionar también a un hombre de 40 años, quien se encuentra fuera de peligro.
Luego, en el raid de ataque, los dogos se metieron en la casa de otro vecino del barrio para atacar a la mascota de ese hogar, y el dueño los mató a cuchillazos.
Se trata de Maximiliano, de 28 años, quien detalló en declaraciones radiales: “Tomé la cuchilla y les di un par de chuzazos”, y señaló que actuó “por la adrenalina que tenía”. “Sabía que debía defender a mi familia. Ese fue el coraje”, agregó.
Y concluyó: “¿Y si no los paraba ahí? ¿Adónde los parábamos? A media cuadra había seis chiquitos jugando. ¿Qué es lo que hubiera pasado? Habría sido una masacre”.
Noelia Ballesteros, la tía de Trinidad, habló con los medios locales. “Me da bronca, esta gente tenía denuncias porque los perros salían, atacaban y no hicieron nada. Tuvo que pasar esto y la que perdí fui yo”, se lamentó la mujer y completó: “Ya no la tengo conmigo, me duele en el alma. No puedo hacer nada para que me la den de nuevo”.