El Consejo de la FIFA aprobó por unanimidad la expansión del torneo a partir de 2031. Además, se anunciaron medidas históricas contra el racismo y el apoyo a la creación de una selección femenina afgana refugiada.
En una decisión histórica para el crecimiento del fútbol femenino, la FIFA anunció este viernes que el Mundial Femenino de 2031 contará con la participación de 48 selecciones, ampliando así el cupo actual de 32 equipos que se mantendrá para la edición de 2027. La medida fue aprobada de forma unánime durante una reunión del Consejo de la entidad, celebrada por videoconferencia.
Según explicó el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, el objetivo no es solo aumentar el número de participantes, sino promover un desarrollo más amplio del fútbol femenino en todo el mundo. “Más selecciones significan más oportunidades, más inversión, más infraestructura y más inspiración para niñas y jóvenes en cada rincón del planeta”, señaló.
El nuevo formato incluirá 12 grupos y un total de 104 partidos, extendiendo el torneo por una semana adicional. A su vez, los criterios de organización para los Mundiales 2031 y 2035 serán ajustados a este cambio estructural.
En el mismo comunicado, la FIFA también informó la aprobación de una estrategia para el fútbol femenino afgano, que incluye la creación de una selección compuesta por refugiadas afganas. La iniciativa busca brindar oportunidades de desarrollo y competencia a jugadoras que se vieron forzadas a abandonar su país. Infantino calificó el proyecto como “una medida histórica que reafirma el compromiso de la FIFA con el acceso universal al deporte”.
Nuevas medidas contra el racismo
Durante la sesión, la FIFA también anunció una revisión integral de su Código Disciplinario, introduciendo enmiendas clave para combatir el racismo en el fútbol. Entre los puntos destacados se encuentran:
- Aplicación obligatoria del protocolo antidiscriminación en tres pasos, incluido en el artículo 15 del reglamento.
- Aumento del límite de las multas por conductas racistas hasta 5 millones de francos suizos.
- Responsabilidad compartida de jugadores y oficiales para identificar y denunciar agresiones racistas.
- Obligación de las federaciones miembro de adaptar sus propios códigos disciplinarios a las nuevas normativas.
- Derecho de la FIFA a apelar ante el TAS en casos de racismo cuando las federaciones no actúen de forma adecuada.
“La nueva versión del Código Disciplinario representa un paso firme hacia la erradicación de las conductas discriminatorias en el fútbol, en coordinación con nuestras 211 federaciones miembro”, concluyó Infantino.
Con estos anuncios, la FIFA busca dar señales claras de su intención de fomentar un deporte más inclusivo, justo y global, donde el talento y la igualdad de oportunidades prevalezcan dentro y fuera de la cancha.
