Analistas explican cuáles son los factores que llevan a convivir con este flagelo en la Argentina, a pesar de pasar por distintos gobiernos de distintos colores políticos.
Ir de compras en la Argentina implica, cuánto menos, estar desorientado al encontrar una dispersión tal de precios que no se sabe cuál es el verdadero valor de las cosas. Y mucho de esto tiene su raíz en la inflación sin freno que complica el día a día de los consumidores.
Desde IDESA (Instituto para el Desarrollo Social Argentino) el centro de estudios cordobés, analizaron este flagelo de la inflación que, tal como indica el Economista Patricio Canalis, «además de ser alta se ha vuelto crónica»:
«Distintos gobiernos de distintos colores políticos han mantenido niveles altos de inflación», reconoció.
Y entre mucho darle vueltas a los cosas, aparecen distintos causales de la inflación.
¿Las causas de la inflación?
Para Canalis, los monopolios no generan la inflación, como ha culpado en varias situaciones el gobierno Nacional. «No genera el aumento sostenido y prolongado de los precios», explica.
«Si bien es cierto que el monopolios pueden tener cierto poder para fijar precios eso llevaría a que existan precios más altos que si hubiera competencia», estimó. Y agregó que si esta definición fuera cierta, «medidas que se aplicaron a lo largo de los años como sanciones a empresas o controles de precios, habrían dado resultado».
Otra causa sobre la que suele descansar la política es cuando se habla de «inflación autoconstruida en la cabeza de la gente». «Las expectativas pueden jugar un rol al momento de hablar de inflación. Básicamente si uno ve que la inflación pasada fue alta puede llegar a prever que puede seguir siendo alta», explica Canalis. Y agrega: Sin embargo esto ayuda a perpetuar la inflación pero no la genera. No se puede culpar a la psicología de la gente por valores de inflación cercanos de 100%. anual», dice categórico.
Emisión monetaria
La emisión para cubrir el déficit es el factor que los analistas señalan como mayor causante de la inflación.
También es común que se haga referencia a la «inflación importada». «En cierta medida la inflación externa tiene influencia en los precios locales porque la mayoría de los países compran o venden al exterior. Sin embargo, esta influencia es mínima comparada con los niveles de inflación que tiene la Argentina», dice Canalis, y para eso recuerda que «hay muchos países con características productivas similares al nuestro, pero ¿por qué la inflación externa tendría características distintas en la Argentina?», se pregunta Canalis.
El punto del problema, financiar el déficit con emisión
«La economía del país es como la del hogar, cuando no llegas a cubrir tus gastos tenés que endeudarte, pero el gobierno tiene una alternativa más, puede fabricar dinero», destaca Canalis. «A la larga termina siendo como un impuesto que terminamos pagando todos sin darnos cuenta», dice
Entonces: ¿Cuándo se debería crear más dinero?
Para el economista de IDESA es sencillo, «sólo cuándo la gente demande más dinero, porque producimos más y necesitamos más billetes para hacer más transacciones de compra y venta. Si emitimos más billetes y no producimos más, es probable que los precios aumenten para que los cuentas puedan cerrar, es decir que cada billete va a valer menos», asegura.
Y le pone un dato que no genera dudas. «Hoy producimos apenas 4% más que hace 10 años y sin embargo la emisión creció en un 3100%. No debería sorprendernos, entonces, que la inflación en ese período haya sido del 2900%»
Y completa sin dudarlo «Hoy en día la principal causa de la inflación es la emisión monetaria».
Para Aldo Abraham, director de la Fundación Libertad y Progreso, un camino sencillo que podría tomar la política es consultar con los países vecinos cómo hacen para que los controles de precios, el disciplinamiento a empresarios o las políticas para controlar la inflación le den resultado para tener una inflación de apenas un dígito.
«Del otro lado le dirían que no hacen nada de eso, de castigar a empresarios o de congelar precios y tarifas. sino que tienen un banco central que busca darle una moneda estable y confiable a sus ciudadanos. Y para eso hay que emitir la cantidad de moneda que la gente quiera, porque si se emite más, bajará el precio de la moneda», aseguró.
En esta misma línea de análisis, Abraham recordó que, desde su fundación «más del 80% del tiempo de vida del BCRA su prioridad ha sido financiar el exceso de gasto del gobierno de turno». Siguiendo este análisis, el economista explicó que, de esta manera la máxima autoridad monetaria local «produce lo que el gobierno quiere malgastar».
Por otra parte, sumó que la pérdida de poder adquisitivo de nuestra moneda se ve claramente en los mercados cambiarios. «Suben los tipos de cambios paralelos, no porque el dólar suba, porque en realidad esta moneda está cayendo en el mundo, sino que lo que vemos es que se está destruyendo el valor de nuestra moneda», ratificó.
Una situación compleja
Por su parte, Damián di Pace, de Focus Market, también le apuntó al déficit fiscal en este maremoto inflacionario. En diálogo con PERFIL reflexionó: «El déficit fiscal que se financia con emisión de moneda está muy por encima de la capacidad de la economía de producir bienes y bienes y servicios, con lo cual hay un descalce enorme; en un contexto donde ese gasto se vuelve insostenible -ante los pocos ingresos por retenciones frente a la gran sequía que experimentó el país-, con pérdidas de ingresos muy grande y sin voluntad del sector público de ir reduciendo (esa emisión)», explicó.
Más sectores advierten que se intensifica el cepo a las importaciones
En la mirada del economista, el país viene cayendo en «esta trampa» de la emisión desde el año 2007. «La realidad es que hoy estamos en una circunstancia terminal porque estamos con sobre emisión de moneda en el mercado, con un déficit cuasi fiscal y una situación de caída de la demanda de los pesos. Eso significa que la gente no quiere esos pesos, y lleva a que haya más variaciones de precios con una inflación más acelerada».
En el contexto de una situación complicada, Di Pace sumó la falta de dólares que genera un estrangulamiento de la economía al no permitir importar insumos que son materias primas básicas para producir lo que necesitamos en la economía. Esto da como resultado lo que el director de Focus Market considera «una cuádruple Nelson».
Finalmente, el analista agregó que ve más complicada el panorama hoy porque «se perdió la confianza en la política y no hay plan de política económica que acompañe esta situación que viene de pre PASO, PASO, pos PASO, elecciones nacionales, ballotage y que generan mucha incertidumbre», estimo y concluyó «Eso va a generar una caída de pesos mayor».