A punto de viajar rumbo a Rosario para una nueva transmisión, Marcelo Mántaras —la voz inconfundible de El Aguante Deportivo— reflexiona sobre su trayectoria, su pasión por el fútbol y el camino que lo llevó desde Villa Ángela hasta relatar en una de las radios más importantes del país.
“En un rato ya viajamos”, dice con la naturalidad de quien vive entre canchas, rutas y micrófonos. “Mañana hacemos Rosario Belgrano–Argentinos Juniors por la semifinal de la Copa, y de ahí a Córdoba para River–Independiente Rivadavia. Las dos transmisiones para LV2, la radio de Córdoba”, cuenta.
De Radio Master a LV2 Córdoba
El salto profesional de Mántaras se dio gracias a la fuerza de las redes. “Uno ya no toma dimensión de quién te está escuchando”, reconoce. Así lo contactó Juan Pablo Estela, histórico periodista deportivo de Cadena 3, que hoy lidera el equipo de LV2.
“Me lo encuentro en un partido en San Nicolás. Me saluda con un ‘¿qué hacés, MM?’. Nadie fuera de mi entorno me dice así. Me sorprendió. Me contó que me venía escuchando y que algún día íbamos a trabajar juntos. Cuatro años después, se dio”, recuerda.
El relato como refugio
“Relatar es uno de los momentos felices. No existe la felicidad completa, pero ahí me olvido de todo”, confiesa. Incluso cuando el partido es malo, Mántaras busca sostener la magia: “Cuando el relator empieza a mirar la platea o al que vende churros, significa que el partido es flojo. Ahí hay que jugar con lo que pasa alrededor para mantener al oyente enganchado”.
El auge de las transmisiones en redes también transformó el oficio. “Las redes le dieron una apertura enorme al fútbol. Pero yo me olvido que hay una cámara. Si mirás la cámara, perdés la magia”, asegura.
Entre pasiones y recuerdos
Para Mántaras, cada partido tiene su propia emoción. Pero hay algunos que quedan marcados.
“El ascenso de For Ever en 2021 fue especial. A las seis de la mañana me empezaban a llegar mensajes de la caravana de hinchas que viajaba a Santiago del Estero. No pude dormir. Había una energía distinta”, recuerda con una sonrisa.
No es casual: Mántaras acompañó el recorrido del club chaqueño desde sus años más difíciles. “Relataba cuando For Ever estaba en quiebra y jugaba en la Liga Chaqueña. Conocí ese proceso, por eso cuando uno lo transmite, la gente se siente parte”.
Los comienzos: de Villa Ángela al aire
Su pasión nació de chico. “Vivía en Belgrano 635, en Villa Ángela. Los domingos me cruzaba a la casa de un vecino que tenía una radio Tonoma. Escuchábamos a José María Muñoz y a Víctor Hugo. Pasábamos la tarde entera escuchando fútbol”, recuerda.
Ya en Resistencia, fundó El Aguante Deportivo en 1998. “La primera transmisión fue en Villa Ocampo. Fue un desastre —ríe—. Cambiaba la voz, me equivocaba, se cortó la transmisión porque nos quedamos sin batería. Pero fue el comienzo. Después me escuchaba todos los partidos para corregirme. Era muy obsesivo”.
Con el tiempo, el programa se volvió marca registrada. “Queríamos estar en todos los estadios, del más grande al más chico. Con cabina o sin cabina. Así nos ganamos a la gente”, cuenta.
Las alegrías y los golpes del oficio
Entre los recuerdos más felices, no duda: “Haber estado en el Mundial fue lo máximo. El sueño del pibe. Escuchaba a Víctor Hugo en Villa Ángela y terminé compartiendo una Copa del Mundo con él. Fue muy emotivo”.
Pero también hubo momentos difíciles. “En Pergamino tuvimos un episodio feo. Entraron a la cabina patovicas y gente de prensa de Douglas Haig a los gritos, porque estábamos transmitiendo por YouTube sin saber que no se podía. Terminó en un cruce fuerte. Pero son cosas que pasan. Nosotros vamos a laburar, no a hacer daño”.
Un equipo, una voz, una mujer
Mántaras destaca la incorporación de Patricia Baudín como comentarista. “Fue un paso importante. El periodismo deportivo sigue siendo muy machista, pero de a poco se abre. Baudín creció muchísimo y es un ejemplo para otras chicas que quieran sumarse”.
Lo que viene
Con la temporada de For Ever terminada y la mirada puesta en el futuro, Mántaras no esconde su próximo sueño: “Quiero relatar un Mundial. Está en agenda. Ojalá se dé con LV2. Sería cerrar un círculo”.
Mientras tanto, sigue viajando, relatando y emocionando.







