En un discurso ante empresarios en Córdoba, el Presidente señaló que la tensión en los mercados no responde a problemas económicos sino a maniobras opositoras para desestabilizar. Apuntó contra las leyes que aumentan el gasto público y advirtió sobre riesgos de crisis como en 2001.
El presidente Javier Milei habló este viernes en la Bolsa de Comercio de Córdoba y vinculó la fuerte suba del riesgo país, que llegó a rozar los 1.500 puntos básicos, con lo que definió como un “pánico político” impulsado por sectores de la oposición. Según el mandatario, la reacción negativa de los mercados no está relacionada con el desempeño económico actual, sino con la dinámica política y legislativa.
“Argentina es uno de los cinco países en el mundo con superávit fiscal”, remarcó Milei, al tiempo que cuestionó la caída de los títulos públicos como una contradicción frente a ese logro. En ese sentido, denunció una “descoordinación” entre los fundamentos macroeconómicos y la respuesta de los inversores.
Durante su exposición, apuntó directamente contra el Congreso: “Desde febrero, la oposición intensificó su intento de poner palos en la rueda. Llevan más de 40 leyes aprobadas que incrementan el gasto público, justamente cuando estamos tratando de ordenar las cuentas”, sostuvo.
En tono más moderado que el habitual, aunque sin abandonar la ironía, Milei evocó un recordado sketch del actor Alfredo Casero para graficar lo que considera un reclamo irracional de ciertos sectores políticos. “La política argentina está empecinada en eso: ¡quiero flan!”, lanzó, en alusión a las presiones por mayor gasto y cambios de rumbo.
Frente a los pedidos de autocrítica desde la oposición, el jefe de Estado fue categórico: “¿Qué quieren que escuche? ¿La receta que fracasó durante cien años? Esa nos dejó 57% de pobreza, 70% de chicos pobres y un país al borde de la híper. Esa no es una solución”, enfatizó.
De cara a las elecciones del 26 de octubre, Milei advirtió que el objetivo de sus adversarios es “romper todo para conseguir un mejor resultado electoral”. “La única propuesta del partido del Estado es destruir”, afirmó, al tiempo que ratificó que el oficialismo no cambiará el rumbo económico pese a las presiones.
Finalmente, reconoció que la economía podría experimentar “una pequeña pausa” en su recuperación producto de la incertidumbre política, pero se mostró confiado en que, si La Libertad Avanza se impone en las urnas, “la Argentina va a ser grande nuevamente”. Además, recordó la crisis del 2001 y advirtió sobre los riesgos de repetir escenarios de desestabilización institucional.







