“Te invitamos a compartir la inauguración de la muestra Flujo sumergido del Doctor José Zavala. La propuesta parte de una experimentación artística que se apoya en la resiliencia para superar los rigores de la pandemia y el invierno”, indicaron desde el Instituto de Cultura del Chaco.
Presentarán una muestra y conversatorio de arte y resiliencia en Resistencia. Se trata de la muestra Flujo Sumergido de José Zavala. Será en el Museo de Medios “Raul Delfino Berneri” (Pellegrini 213) del Instituto de Cultura del Chaco a partir de las 20.
“Te invitamos a compartir la inauguración de la muestra Flujo sumergido del Doctor José Zavala. La propuesta parte de una experimentación artística que se apoya en la resiliencia para superar los rigores de la pandemia y el invierno”, indicaron desde el Instituto de Cultura del Chaco.
La muestra fue realizada con materiales reciclados del mundo de la gráfica. Zavala busca la expresividad de los gestos y la dinámica del arte abstracto para ofrecer el mundo colorido de la prueba y el error.
La muestra viene acompañada de un conversatorio “Arte y Resiliencia” con el autor que se realizará el viernes 31 de marzo a las 20 en el mismo Museo.
José Zavala fue docente de la UNNE e investigador de CONICET, es conocido en el ámbito universitario por su desempeño en la FAU sumado a ser integrante de un clan familiar donde coexisten arquitectos, músicos y reconocidos artistas.
Esta iniciativa es una cogestión entre varias áreas del Instituto de Cultura: Vicepresidencia, Producción Cultural y el Museo anfitrión.
Cómo es Flujo Sumergido
Es una colección de pinturas gestual, dinámica, intuitiva utilizada como medio para desvirtuar los efectos del invierno, la soledad y depresión. Producto de 45 días de trabajo ininterrumpido para traer a conciencia que otra realidad es posible de ser vivida. Zavala abreva en el ‘arte povera’ donde rescata elementos de descarte, inusuales, insignificantemente inútiles para generar una nueva instancia de atraer la atención.
La colección está basada en el rescate de rezago de papel de imprenta, de allí la intencionalidad de mantener sus dimensiones, y ajustar las acciones sobre ese limitado y predominante longitudinalidad. Lo que siguió fue una restringida paleta de colores, acrílicos, tintas, pintura para edificios, diluidos con agua o aceite, re densificados con yeso, borra de café y viruta de madera.
Los gestos están deliberadamente expuestos en forma plena, para alimentar la idea de lo inconcluso. Hay particularidades de trazos delicados que refuerzan la idea de un borrador, de una versión inconclusa, abierta, subsumible, a ser modificada, borrada, alterada, como la vida misma.