Por la mañana hubo dos votaciones, pero ninguno de los posibles llegó al consenso requerido. A la tarde, finalmente llegó el humo blanco
Humo blanco. Habemus Papa. Eran las 13.10 cuando de la chimenea del Vaticano llegó la señal de que fue elegido el sucesor de Francisco. Fue luego del almuerzo de los 133 cardenales en la residencia de Santa Marta. En las dos votaciones de la mañana ninguno de los papables llegó a los dos tercios requeridos y había mucha expectativa en las de esa tarde/noche.
La salida del humo blanco generó aplausos y un clima eufórico entre las miles de personas que esperaban en la Plaza de San Pedro
El almuerzo se convirtió en una nueva ocasión para que los cardenales, reunidos en el gran salón comedor de Santa Marta, pudieran dialogar para intentar llegar a una solución y que un nombre consiguiera la mayoría de los dos tercios necesarios, un total de 89 votos.
Los 133 cardenales no consiguieron elegir a un nuevo Papa después de las dos votaciones celebradas en la mañana del jueves en la Capilla Sixtina y la del miércoles al inicio del cónclave. El humo blanco llegó después de las 18 (hora local) y de las 13 de la Argentina, aparentemente en la segunda votación de la tarde.
Había mucha expectativa en las fumatas de esta noche y las de mañana a la mañana, pues son la quinta –en la que salió electo Benedicto XVI– y la sexta –en la que fue votado Francisco–.
Uno de los que alimento esa esperanza fue el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, que expresó su deseo de que este jueves a la tarde se pueda ver ya una fumata blanca que indique que los 133 cardenales electores encerrados en la Capilla Sixtina han elegido un nuevo Papa.
«Espero que a mi regreso a Roma esta tarde encuentre ya la fumata blanca. Estoy particularmente contento de estar aquí al inicio del cónclave para que el Espíritu Santo sople fuerte y para que sea elegido el papa que necesita hoy la Iglesia y el mundo», dijo Re desde Pompeya, en el sur de italia, adonde acudió para un acto religioso.