Fueron cuatro años de trabajo y 30 juicios por jurados de una investigación empírica a cargo de la Universidad de Cornell y el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP) que permitió obtener un primer vistazo sobre la experiencia del juicio por jurados en el Chaco entre noviembre de 2019 y febrero de 2023.
El equipo de tareas conformado por Valerie Hans, Aldana Romano, , Sidonie Porterie, Shari Seidman Diamond y Andres Harfuch, con colaboración de Paula Hannaford-Agor, John Gastil, el Centro de Estudios Judiciales y la Oficina Judicial Central de Juicios por Jurados, realizó luego de cada juicio cuestionarios y entrevistas en profundidad a jueces, juezas y partes; en tanto que con los jurados, además de las planillas con preguntos, se llevaron a cabo focus groups.
Del total de juicios analizados, 24 terminaron con veredicto de culpabilidad, cinco fueron no culpables y uno estancado. Además hubo 64 hechos sometidos a decisión del jurado y 37 personas imputadas con siete juicios en los que fueron más de una. Los casos puestos a consideración del jurado fueron 16 de abuso sexual y 14 de homicidios, dentro de los que figuran dos femicidios (uno de tipo transversal). Los juicios duraron entre dos y cuatro días con un promedio de tres jornadas.
El jurado estuvo compuesto en partes iguales por mujeres y varones. El 41,8% declaró tener educación superior, 39,3% formación media y 18,9%, básica. La mitad dijo poseer trabajo permanente, 14,1% en «changas», 9,2% estaban desempleados, 6,9% afirmó ocuparse de las tareas del hogar y 6,6% eran jubilados, pensionados o personas con discapacidad.
En cuanto al conocimiento previo sobre el sistema una amplia mayoría, 63,1% de los casos, aseguró no conocer nada, el 28,9% dijo que sabía poco o más o menos y solo el 1,8% de los encuestados, mucho. Además, el 57,9% se mostró bastante o muy entusiasmado por la convocatoria, mientras que el 12,9% dijo sentirse poco entusiasmado y 8,8%, nada.
Los jueces fueron quienes mejor se hicieron entender por el jurado con 93,2% de respuestas afirmativas. En tanto que los defensores fueron a los que el jurado más les costó entender (24,8%), seguido por peritos expertos (11,4%) y la fiscalía (9,1%).
La deliberación
En la deliberación 38 jurados de 17 juicios indicaron que en algún momento cambiaron de posición. Entre los 24 que explicaron los motivos, 17 sostuvieron que lo hicieron luego de revisar su postura original y 7 para adherir a la mayoría. Además, seis mencionaron explícitamente que escuchar la opinión del resto de los jurados los llevó a cambiar de opinión.
También hubo una mayoría absoluta de coincidencia con el veredicto entre jueces y jurados, al punto que el 85% hubiera decidido de la misma manera. En dos tercios de los casos, jueces y juezas no se sorprendieron con el veredicto y 79% quedaron muy o bastantes satisfechos con el resultado.
Un notable 81,5% de las personas encuestadas respondió que la experiencia resultó más positiva o mucho más positiva en relación a las expectativas iniciales. Esto también repercutió en la imagen positiva del sistema de jurados (88%), los tribunales (88%), el gobierno (73%) y la policía (70%).
Orgullo por la experiencia
Un 85,5% de quienes participaron como jurados sintieron orgullo de la experiencia y 9 de cada 10 la recomiendan y los motivos principales fueron: participar, aprender, conocer y hacer justicia.
Finalmente, el 70% de los jurados dijeron estar más abiertos a participar en asuntos públicos.
Algunos testimonios así lo grafican:
«Si, al principio no le di la importancia que le di al final. Muchas veces decimos que la justicia no funciona. Hoy funcionó porque el pueblo hizo justicia».
«Sí recomendaría. Es importante ya que considero que estoy representando a mi provincia, al pueblo.»
«Sí, la participación nos hace una mejor sociedad».
«Sí recomendaría porque nos deja ver desde adentro el sistema de justicia y a ponernos en los zapatos del otro y asumir una responsabilidad tan grande».
«Sí porque se aprende qué tan importante es escuchar a los demás y entender al otro