«De algún lugar se va a conseguir agua para poder asegurar el abastecimiento», aclaró el viceministro de Ambiente, Gerardo Amarilla.
En medio de una sequía histórica que dejó los embalses secos y a Montevideo con sólo días de agua, desatando protestas y obligando al Gobierno a subsidiar el agua embotellada.
Uruguay maneja alternativas para garantizar el abastecimiento de agua a la población en medio de la peor sequía en más de siete décadas, informó el viceministro de Ambiente, Gerardo Amarilla.
«Se están buscando alternativas, hay varias posibilidades. Estamos evaluando de qué manera podemos asegurar esa cantidad de agua», declaró Amarilla entrevistado por el canal 10 de la televisión local.
El funcionario aclaró: «Lo más seguro es que tengamos el agua disponible. De algún lugar se va a conseguir agua para poder asegurar el abastecimiento».
Entre las opciones está la utilización de reservas de agua de los acuíferos, en particular algunos cercanos al río Santa Lucía, principal fuente para la potabilización del agua que abastece a Montevideo y el área metropolitana y que alcanzó niveles mínimos históricos.
«Hay reservas en la zona que se puede apelar a ellas», explicó Amarilla.
Lluvias salvadoras
El representante de la intendencia de Montevideo en el Comité Coordinador de Emergencias Departamentales (Cecoed) Ignacio Lorenzo dijo que la empresa estatal OSE (Obras Sanitarias del Estado) informó en esa instancia que las lluvias de los últimos días «lograron detener» la baja del embalse de Paso Severino (sur), principal reserva de agua dulce para la potabilización de la capital.
«Si el nivel permanece incambiado los días que mantiene agua el embalse son 20», señaló Lorenzo sobre Paso Severino, ubicado en el departamento de Florida.
Salinidad y Cloruro
La OSE debió elevar el nivel máximo de salinidad y cloruro admitido ante la escasez de fuentes de agua dulce para el procesamiento habitual del agua potable en Montevideo y el área metropolitana, que concentra casi la mitad de la población de Uruguay.
La sequía que afronta Uruguay desde hace tres años «no tiene precedentes» y «es la peor desde que existen registros en el país sudamericano -principios del siglo XX-«, informó el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet).